Tras realizar un taller de coevaluación sobre los proyectos flipped clasroom que hemos realizado, en el que cada alumno del curso mandaba su proyecto y luego teníamos que evaluar a 3 compañeros su trabajo siguiendo unas pautas y autoevaluarnos, me he dado cuenta que esto es muy complicado.
El taller ha estado genial, porque he conocido los proyectos de otras tres personas, que me han gustado un montón. Me ha encantado un proyecto que tuve que evaluar sobre como hacer un viaje de novios a una pareja y como presentárselo.
La dificultad de este taller, para mi, radicaba en que mis compañeros no eran docentes de mi misma etapa, ni tienen el mismo curriculo y a veces se me escapaban estandares de aprendizaje o el proyecto era sobre algo que yo no controlaba.
He aprendido que hay que presentar las cosas pensando que la persona que lo lea, sea un profano en la materia y no tiene ni idea. Hay que explicar detalladamente todo y no dejar lugar al conocido "ya saben de lo que hablo".
He entendido que un trabajo hay que redactarlo en un formato atractivo y que apetezca leer, claro y conciso.
He conocido muchas herramientas digitales que ni siquiera sabía de su existencia.
He aprendido lo importante que es valorar pequeñas victorias y la satisfacción que dan (cuando de pronto, tras horas intentando grabar un video que me daba problemas con el audio, cambio de programa y alehop, el video lo grabo en 3 minutos y correctamente).
Me he dado cuenta de que siempre hay que dar más de una alternativa, porque la tecnología a veces falla y hay que buscar otro camino.
He descubierto que soy capaz de aceptar críticas constructivas (y no tan constructivas) y me he propuesto valorar el trabajo de mis compañeros y hacérselo saber (que bien te sientes después de estar tiempo trabajando sobre algo, que alguien te diga que buen trabajo).
Y me he sorprendido al reconocer que SOY CAPAZ de preparar una clase flipped clasroom, que cuando comencé con este curso, me parecía una MISIÓN IMPOSIBLE.
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